posponer

Posponer ¿para qué?

Hace mucho tiempo quise  empezar a escribir y por alguna extraña razón lo postergaba, pensaba en la cantidad de cosas que aprendí con mis hijos, las lecciones de cómo levantarse luego de perder a un ser querido, lo difícil que fue aceptar que mi padre tiene alzhéimer, el amor y lealtad de mi madre y mis hermanas, la valentía de las mujeres que me rodean, las historias que marcaron mi carrera profesional y la vida en pareja… sin duda, tenía el material necesario, solo tenía que decidir el momento para sentarme frente al computador y dejar que las ideas tomen forma. 

No sé si les ha pasado que llevan días planeando visitar a alguien, meses postergando una conversación incómoda con tu pareja o un familiar, años sin decir perdón o disculpa por algo que dijimos o hicimos… A mí me pasa con mis proyectos, los postergué por meses con la creencia de que les faltaba algo, de que no podría con la crítica o no era lo suficientemente bueno como para sacarlo a la luz. Finalmente estoy decidida, y escribir es el primer paso para dejar de postergar; trabajé en construir esta página para compartir entrevistas, cápsulas y podcasts que ayuden al crecimiento y bienestar de otras personas.  

Dejé de postergar y empecé a identificar las excusas que me ponía para no hacer algo, sin duda puse a mis hijos en la lista, a mi esposo, al tiempo y muchísimas otras cosas que seguro ustedes también pensaron.  

Luego le puse nombre a lo pendiente y las puse en orden de importancia con fecha de inicio, y aquí estoy, escribiendo para ustedes y preparando algunos videos que próximamente podrán verlos. 

Por último, lidié con mis pensamientos, esos que en repetidas ocasiones me llevaron a pensar en: ¿qué pasa si no funciona? ¿qué pasa si fracaso? ¿por qué quiero hacerlo si estoy bien así?… ahora, cada vez que aparecen esos pensamientos los descarto y me pongo en marcha sin pensar demasiado  

El tiempo es muy corto como para desperdiciarlo y aplazando esos momentos que nos dan tranquilidad, puedo decirles que en muchas ocasiones manejé 7 horas para llegar a casa de mi madre, abrazarla y decirle cuanto la amo, para ver a mis hermanas y recordar porque nuestro lazo es indestructible y por supuesto, para compartir con mi papá, que, aunque no recuerda quien soy, basta con mirarme para saber que nos amamos incondicionalmente.  

Dicen que cuando perdemos a alguien de lo único que nos arrepentimos es de las cosas que no dijimos o hicimos con esa persona. ¿Se imaginan todo lo que perdemos si seguimos postergando? 

No siempre es fácil dar el primer paso y te aseguro que es liberador, es una oportunidad para practicar lo que sabemos y necesitamos compartirlo con los demás. 

Disfruta del trayecto mientras llegas a la meta y no dudes en cambiar de rumbo si descubres que te equivocaste de camino.

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